Comunicación.

Si uno regenta algún tipo de comercio, ya sea venta de discos, panadería, copistería o cualquier otra cosa, se habrá dado cuenta de lo importante que es mantener una buena comunicación con los clientes.

Sin duda, hay aspectos que uno puede mejorar y por ello debemos entender unos conceptos básicos.

La paralingüistica se ocupa de estos aspectos no semánticos del lenguaje, concediendo más importancia al cómo se dice frente al qué se dice. El tono de voz, el volumen y el ritmo son elementos que influyen en la paralingüistica. Estos conceptos son clave en la comunicación y son comunmente tratados en la PNL (Programación Neurolingüística)

En lo que se refiere al tono: emplear bien el tono de voz es fundamental para transmitir al interlocutor lo que se quiere, ya que es el regulador entre el sentimiento y la expresión, entre lo que sentimos y lo que verbalizamos.

El volumen: cuando la voz surge en un volumen elevado, suele ser síntoma de que el interlocutor quiere imponerse en la conversación, y está relacionado con la intención de mostrar autoridad y dominio. El volumen bajo deja entrever la intención de no quiere hacer el esfuerzo de ser oída, con lo que se asocia a personas introvertidas.

El ritmo: se refiere a la fluidez verbal con que se expresa la persona. En general, el ritmo lento o entrecortado, revela un rechazo al contacto, un mantenerse a cubierto, un deseo de retirada, y frialdad en la interacción. El ritmo cálido, vivo, modulado, animado, está vinculado a la persona presta para el contacto y la conversación.

La Kinesia.

La Kinesia estudia la comunicación ofrecida a través de los movimientos del cuerpo humano y gestos. El significado del mensaje se debe buscar siempre en el contexto, no en movimientos aislados del cuerpo.

A continuación se detalla las principales fuentes de comportamiento Kinésico:

• La expresión facial.

A través de los gestos emitimos mucha información. Los ojos y la boca son los encargados de esta misión. Estos gestos suelen mostrar sentimientos y actitudes sinceras del emisor.

• La sonrisa.

La sonrisa normalmente se utiliza para expresar simpatía, alegría o felicidad. La sonrisa se puede utilizar para hacer que las situaciones de tensión sean más llevaderas. Una sonrisa atrae la sonrisa de los demás y es una forma de regular la tensión.

• La mirada.

La mirada regula el acto comunicativo con ella se puede indicar que el contenido de una conversación es interesante, evitando el silencio. Se utiliza para obtener información las personas miran mientras escuchan para obtener información visual que complete la información auditiva.

• La postura y el ritmo corporal.

La postura es la clave no verbal más fácil de interpretar. Adoptar una postura correcta ayuda a parecer más seguro de sí mismo. Cada persona tiene una forma característica de controlar su cuerpo cuando se está sentado, caminando o se permanece de pie. Es algo tan personal con la firma y suele ser reflejo del carácter.

Comunicación auditiva.

La comunicación auditiva es aquella que concede la mayor importancia al qué se dice, es decir, al conjunto de palabras y su correspondiente significado.

Es la más objetiva de todas, ya que centra toda su atención en lo que se dice sin prestar mayor atención ni al tono ni la distancia a la que se encuentra el interlocutor ni su expresión de la cara.

Cuanto mayor es el nivel cultural de una persona y cuanto más racional es ésta, tanto mayor es el peso que tiene la comunicación auditiva en la creación de mensajes.

Se puede decir que hay tres tipos de personas:

1- La persona que crea el mensaje fundamentalmente a través de las imágenes que recibe.

2- La persona que crea el mensaje fundamentalmente a través de las sensaciones (estado de ánimo, seguridad que transmite, etc) que percibe en la figura del emisor.

3- La persona que crea el mensaje fundamentalmente a través de las palabras que escucha. A esta persona se le conoce como auditiva.

Conclusión en función del tipo de persona que tengas en frente es necesario que adaptes tu forma de comunicación. Algunas veces tendrás que llevar la conversación al terreno de los sentimientos y las emociones, otras veces al terreno de la razón y las palabras y en otros casos, recurrir a imágenes o gráficos que ilustren tu idea y facilite su comprensión.

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