Cuantas veces hemos oído malas palabras sobre jefes que ponen 'piedras en el camino' de sus colaboradores, personas que se sienten ahogados en el trabajo, o mejor dicho, ahogados por el jefe.
Ser jefe no significa ser líder. Existe una gran
diferencia en las funciones que pueden tener
ambos, aunque a menudo se trasladan, sin embargo cabe destacar que gestionar es una cosa y liderar es otra,
aunque la diferencia no es ampliamente conocida y genera muchos
problemas en las organizaciones debido a un concepto de liderazgo
mal entendido y sobretodo, ejercido.
Según John Kotter, profesor de liderazgo de la escuela de
negocios de Harvard, la confusión radica en tres errores muy comunes:
- Las personas de una empresa utilizan los términos “jefe” y “líder” de manera intercambiable, lo cual muestra el poco entendimiento entre estos dos, ya que sus funciones y el rol clave que cada uno juega en las organizaciones es distinto.
- Las personas utilizan el término de “líder” para referirse a quienes están en la cima de una jerarquía organizacional y esto es un error, ya que no todos los jefes son líderes y no todos los líderes son jefes.
- Las personas a menudo piensan en el liderazgo en términos de características de personalidad, generalmente asociadas con ser carismático, y debido a que la mayoría de nosotros no nos consideramos particularmente carismáticos, esto nos lleva a la conclusión de que pocos de nosotros podemos proveer de liderazgo a nuestras organizaciones.
Así, es importante entender claramente qué hace un jefe y
qué hace un líder, para asegurar que su desempeño sea ideal.
Ser jefe a menudo involucra administrar una serie de
procesos bien estudiados y establecidos, tales como planificar, gestión económica, funciones de recursos humanos, etc.
Ser líder, en cambio, involucra co-crear un nuevo
y poderoso futuro para la organización, enrolar a las personas en ese futuro y
facultarlas para que se pongan en acción y obtengan resultados.
Entendida esta diferencia, es claro entonces que existen
muchos jefes que no son líderes o que su liderazgo está mal ejercido y
desalienta a los empleados. Por ello,
a continuación te sugerimos cinco
acciones que puedes tomar para lidiar con jefes desalentadores y generar un
liderazgo efectivo en tu organización:
- Entiende claramente la diferencia entre ser jefe y ser líder, gestionar funciones, procesos y recursos no es lo mismo que liderar personas, equipos y organizaciones. Tener clara esta diferencia en toda la organización y trabajar en la creación y consolidación de jefes y líderes efectivos generará grandes beneficios.
- Establece las funciones, competencias y habilidades de cada rol y asegúrate de que cada quien sepa hacer su parte (o ambas partes). Aquí es importante delimitar claramente que la gestión gestione y el liderazgo lidere. Así, asegurar que cada perfil asuma el rol correcto ya que un buen jefe no necesariamente hace un buen líder y viceversa, aunque hay excepciones.
- No toleres ineficiencias en la gestión o el liderazgo y corrígelas de inmediato, pero respetuosamente. Cada vez que toleramos un comportamiento contrario a lo deseado estamos en esencia comunicando que es aceptable. Es esencial que todo el tiempo estemos encaminando a los empleados, jefes y a la organización en general hacia una organización de gestión y liderazgo efectivos.
- Desarrolla una cultura de liderazgo desde el interior de tu organización. Existe una oferta abundante de buenos jefes y una escasa oferta de buenos líderes en el mercado. Por eso, es esencial trabajar para entender qué es liderazgo, cuáles son las competencias o comportamientos del líder efectivo y propagar esa cultura en toda la organización. Algunas de las empresas más importantes del mundo, como lo son General Electric, Hewlett Packard, y Johnson & Johnson, mantienen un flujo constante de líderes en su organización mediante un desarrollo intencional y bien estructurado.
- Enseña a tus actuales y futuros jefes y líderes, con coaching para ejecutivos, para ejercer el liderazgo. Las personas no suelen tener un mal desempeño por gusto, sino porque no ven otras opciones, alternativas o maneras de ser. El coaching los puede apoyar a encontrar esas otras opciones, alternativas o maneras de ser que los harán un mejor jefe y/o líder.
Los jefes, gerentes, coordinadores, supervisores, etc.,
generalmente no tienen la intención de desmotivar a los empleados mediante un
liderazgo inefectivo.
Si lo hacen, probablemente es por un desconocimiento de
lo que significa ser líder y de cómo serlo. Sigue estas cinco prácticas al
interior de tu organización para ayudarlos a entender la diferencia y generar
un liderazgo efectivo.
El equipo de mecoach
Fuentes: EDUARDO LAN, www.altonivel.mx
Imágenes: Google
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